La inciativa 30 km/h emprendida como proyecto hace poco más de treinta años en una ciudad de Alemania, se define como un «instrumento político» para la aprobación de los 30kh/h en ciudades, pueblos y aldeas de todo el ámbito europeo. Desde el año 2012 retoma más fuerza con la puesta en marcha de un plan de participación ciudadana (Iniciativa Europea del Ciudadano) en la que se propusieron recaudar un millón de firmas en los siete estados de la UE. Los resultados de la participación pueden consultarse en la sección «estadística» con el resultado de votos por países; mirarlo y sacar conclusiones.
Basados en la comprobada teoría de que la reducción de velocidad produce un entorno más saludable, considerando que limitar las velocidades del tráfico motor tiene una significativa repercusión en las bajadas de emisiones de gases tóxicos, en la reducción de la contaminación sonora, disminución del caos viario y de la inseguridad, incidiendo en una mejor calidad de vida que conduce a que las ciudades sean más «caminables» y las calles más amables por las que disfrutar de lo urbano sea una experiencia agradable. Con la potente iniciativa desde los distintos ámbitos de la sociedad en pro de aumentar la calidad de vida y disminuir el uso del vehículo privado es factible que puedan manifestarse cambios (cada vez más) en el sistema a favor de este requerimiento, de hecho a finales del año pasado fue aprobado el límite de velocidad en la City de Londres.